10 de junio de 2015

Sobre el TTIP (una visión alternativa)

Mucho se habla últimamente del TTIP (siglas en inglés del proyecto de tratado de libre comercio entre los EEUU y la Unión Europea) sobre sus opacas negociaciones, su perversos sistema de garantías o cualquiera de sus bondades o maldades que para sus defensores o detractores tienen a bien de hacer observar. Así que intentaré, sin salir por la tangente, salir del marco mediático del debate sobre las bondades o maldades de su aplicación.

Hace tiempo que vengo advirtiendo, sin mucho éxito sea dicho, que como nos despistemos vamos hacia un "nuevo" sistema feudal cuyos señores serán las grandes corporaciones transnacionales. Sí, el sistema capitalista habrá agotado su recorrido no sólo histórico sino instrumental. La continua acumulación del capital, y su concentración en las grandes corporaciones, está dando lugar a unas instituciones que sobrepasan la capacidad de los estados (entendidos estos como la máxima expresión del poder político) y cuya dimensión planetaria los hace inmunes a las soberanía estatales.

El poder político estatal al ser parcial y estar dividido en centenares de entes estatales se ve incapaz en un mundo globalizado de hacer frente a las corporaciones transnacionales para imponerles su soberanía. El estado (como ente político) se está dando cuenta de sus limitaciones y por ende de cumplir con las premisas por las cuales se constituyó (territorio, población, instituciones políticas y económicas) y el fin de sus elementos básicos (ejercito, moneda y soberano).

Todavía hay esperanza, no estamos ni ante el fin de los tiempos ni ante fatalidad histórica alguna. Delante tenemos una gran oportunidad como sociedad, sociedad global, ante este reto al cual se enfrenta la humanidad. 

12 de marzo de 2015

¿ Puede España ser federal ? TERCERA PARTE

Siguiendo la dinámica de los análisis anteriores, en este artículo nos detendremos a observar diversos mápas de España según diversas características (etnicas, lingüísticas, hsitóricas y administrativas).

Así, en el primer mapa podemos observar la división etnica de los diversos territorios de España (salvo Canarias y el norte de África). De este modo si vamos de oeste a este y de norte a sur nos encontramos con la zona galaica, la astur-leonesa, la castellana con sus variantes cantabra, extremeña, murciana y andaluza (faltaria la canaria), seguido de los territorios vasco-navarros, aragonés (incluyendo la franja occidental de Valéncia) y la catalana con Cataluña, Baleares y la mayor parte de Valéncia.




Por otro lado, si hacemos el análisis lingüísitico, nos aparece un mapa similar al anterior peró denotando una expansión del ámbito lingüístico castellano en las restantes zonas. En este mapa aparecen las zonas lingüísticas del gallego, astur-leonés, vasco, aragonés, aranés (u occitano) y catalán. También aparecen zonas diseminadas a lo largo de la frontera con Portual de habla portuguesa.





En el siguiente mapa se dibujan los diversos territorios históricos hispanos (incluye España y Portugal) destacando la división de Castilla más coincidente con las fronteras de los antiguos reinos castellanos. Por lo que respecta a los territorios vasco-navarros mantienen su tradicional división, e incluso separación entre el País Vasco y Navarra. Tanto Aragón, como Cataluña, Valéncia y Baleares mantienen sus fronteras tradicionales, aunque no aparece la Cataluña Norte (o Cataluña francesa).




El último mapa es el resultado de sintetizar los mapas anteriores y ofreciendo una propuesta de división territorial, de carácter federal, atendiendo a las premisas expuestas con anterioridad. Así el ámbito de la antigua corona castilla lo dividiriamos en cuatro territorios: Galicia, por su peculiaridad lingüística y geográfica, Castilla, propiamente dicha, subdividida en nueve regiones coincidentes con actuales comunidades autónomas y separando el país leonés de la comunidad de Castilla y León. Andalucía por sus características culturales. Y las islas Canárias por su peculiaridad insular y cultural.

Por otro lado tenemos los cuatro territorios forales vasco-navarros, la llamada Euskalherria, formado por Vizcaya, Guipúzcoa, Alaba y Navarra, que a pesar de ciertas susceptibilidades navarras englobamos en un mismo ámbito pero mantenemos las divisiones en las cuatro provincias mencionadas.

Y por último las cuatro regiones más orientales Aragón, Catalunya, Valéncia y las islas Baleares con sus peculiaridades históricas, lingüísticas y de derecho civil que siempre se han mantenido, principalmente las mediterraneas, una idiosincracia particular y un liderazgo económico.



19 de febrero de 2015

¿Puede España ser federal? SEGUNDA PARTE

Tras la breve descripción anterior sobre la evolución del estado español desde la edad Media hasta la actualidad, descrita en el post anterior, podemos deducir que en España han coexistido tres paradigmas constitucionales: el foral, el pactista y el autoritarismo-centralista. 

De este modo, el paradigma foral tuvo y tiene, todavía, su implantación en los territorios de la nación vasca. Las provincias de Vizcaya, Guipúzcoa, Alava y Navarra mantienen un régimen foral que, con altibajos, se ha mantenido desde finales de la edad Media. Lo que les ha permitido gozar de una gran cohesión social, garantizar una hacienda própia (base del poder político moderno) y por ende dar lugar a una burguesía comercial e industrial base de un progreso económico y político equiparable a la Europa occidental.

Por otro lado el paradigma pactista, desarrollado en los territorios de la antigua corona catalano-aragonesa, colapsará con la guerra de sucesión y la borbonización de la corona española, al quedar derogadas por los correspondientes decretos de Nueva Planta sus respectivas constituciones, fueros y privilegios. No obstante perduraran ciertos elementos del derecho civil en algunos de los territorios, así como un recuerdo colectivo de las libertades forales y sus instituciones, manteniendo viva, a pesar de todas las prohibiciones sobre ella, la lengua catalana. El aragonés terminará por ser asimilado por el castellano, salvo en los valles pirenaicos.

El tercer paradigma, el que se impuso al resto, heredero de la línea visigótica, es el autoritario-centralista de la monarquía castellana. Los reyes castellanos fueron laminando el poder de sus cortes hasta convertirlas en mero adorno de la monarquía en los albores de la edad Moderna. El poder del monarca se asentó sobre una corte nobiliaria clientelar donde el poder político y las responsabilidades administrativas no recaian en los más aptos sinó en los que conseguían el favor real a cambio de sostener a la monarquía.

Estos tres paradígmas o modos de entender las relaciones de poder, a pesar del devenir histórico y político de España, no han desaparecido del imaginario colectivo y, todavía hoy, son la base de las diferentes maneras de entender la realidad política y social de España.

De este modo el nacionalismo, más castizo, se basa en una concepción unitarista, centralista y castellana de la historia de España, de su cultura, lengua e idiosincrasia, muy a la par con el nacional-catolicismo del régimen fascista o con las moderneces políticas de principios del siglo XXI.

El talante vasco-navarro más bipolar, con una visión hacia adentro contrapuesta con su actuación hacia afuera, con la única pretensión de mantener su regimen foral. És decir la gestión de sus impuestos, por tanto de sus recursos. Y permisivo con lo que puediera suceder hacia afuera (el resto de España).

Por contra, la realidad de las cuatro regiones orientales (Aragón, Catalunya, Valéncia y Baleares) han mantenido siempre vivo un afan de autogobierno y de pervivéncia de su cultura y lengua, excepto esto último en la asimilada Aragón. Su carácter marítimo (excepto Aragón) permitió el mantenimiento de una burguesía comercial, y luego industrial, que se miró más en los espejos de París o Londres que en los de Madrid, perdiendo su independencia tras la guerra civil.


12 de febrero de 2015

Primàries de MÉS per Menorca al Consell Insular de Menorca

M'he presentat a les primàries de MÉS per Menorca per a la llista al Consell Insular de Menorca. Aquí us deix una breu presentació on em present i el  motiu d'estalonar a MÉS per Menorca.

Qui som?
Som en Miquel Preto, vaig néixer el 9 de març de 1964, som d'Es Castell, tenc 50 anys i visc a Maó. Actualment faig feina al consell insular de Menorca en el departament de Mobilitat, en la categoria de tècnic auxiliar en l'àrea de carreteres. Soc llicenciat en ciències polítiques i sociologia. He participat en diverses associacions com els escoltes, el GOB, Ben Amics, els geganters i el grup folklòric d'Es Castell, entre d'altres, en diverses etapes de la meva vida. M'agrada llegir, viatjar, passejar pel camp, xerrar amb amics, la política -vaig participar uns anys amb els Verds de Menorca. Encara que sigui fadrí som de família nombrosa i la família és molt important per mi. Intent estar sempre ocupat en qualcuna cosa, practic ioga que em relaxa i m'ajuda a veure els problemes amb millor perspectiva. M'encanta viure a Menorca i gaudir d'aquesta illa.


Que pens?
Més que una persona d'ideologies som una persona de valors i principis. Les idees poden ser útils en un moment determinat o per una qüestió concreta però els valors i principis són una guia en tot moment i per a qualsevol circumstància. Tenc un poc de liberal perquè sense llibertat l'ésser humà no és complert, un altre poc de socialista perquè sense igualtat no hi pot haver justícia, i no vull viure en un món injust, també un tant d'ecologista perquè Terra només en tenim una i no l'hem de malmetre, i un enamorat de Menorca per açò vull més poder de decisió per a las nostra illa, la sobirania s'ha d'exercir aquí. Som demòcrata perquè és l'única manera que la humanitat pugui viure en germanor, llibertat i igualtat.


Per què MÉS?
Perquè MÉS suma des de la diversitat, és menorquinista, és d'esquerres, està per l'ecologia i el sobiranisme democràtic. El componen persones amb compromís que estimen aquesta illa. És un projecte compartit, plural, d'abast insular i amb visió global. On un ciutadà o ciutadana de Menorca s'hi pot sentir identificat. Per mi MÉS és confiança, credibilitat, integritat, feina en equip, amor a Menorca. Representa la superació dels partits polítics tradicionals amb una nova forma de fer política horitzontal, participativa i oberta. On el diàleg és clau i la democràcia s'hi exerceix.

Miquel Nicolau Preto Fernández


Twiter : @MiquelPreto

31 de enero de 2015

¿Puede España ser federal? PRIMERA PARTE

La etimología del término federal (del latín foederati) tiene su significado inicial en acuerdo, convenio o tratado entre dos o más partes. Así pues el primer escollo que deberíamos tratar es si hay diversas partes y como son cada una de ellas.

Hagamos por tanto, primero, un recorrido histórico de la configuración política de lo que llamamos España:

Final de la Edad Media e inicio de la Edad Moderna:

1492 : La península ibérica está dividida en cuatro territorios al oeste el reino de Portugal, en el centro la corona de Castilla, al sur el reino nazarí de Granada, al norte el reino de Navarra y en el este la corona de Aragón. Cada territorio tiene su soberano, sus cortes, sus leyes y costumbres, su organización interna e incluso tienen sus propias lenguas. Y a pesar que la reina de Castilla y el rey de Aragón forman un matrimonio, sus reinos son independientes el uno del otro.



Este estado de cosa no variará en los siguientes doscientos años con la salvedad de que dichos reinos compartirán el mismo soberano, el rey será el mismo, pero no sus cortes ni sus instituciones internas y mantendrán sus propios idiomas.

Resumiendo, durante esta época no puede hablarse ni de unión, ni de federación, ni hay tratados de vinculación entre los distintos reinos, salvo el compartir el mismo monarca.



1714 : Finaliza la guerra de sucesión española en favor del candidato apoyado por la corona de Castilla, que impone sus leyes, fueros, instituciones y lengua al resto de territorios. No hay acuerdo, convenio, ni tratado, es simplemente "derecho de conquista".

Edad Contemporánea:

1812 : Fin del antiguo régimen. Durante el turbulento siglo XIX se irá imponiendo, por fuerza más que por consenso, un modelo político a imitación (mala imitación) del modelo jacobino francés. La non nata constitución de la primera República Española, de carácter federal, contará con la oposición de la clase (casta) política centralista que regirá generación tras generación los destinos políticos de España hasta la actualidad. No obstante lo dicho anteriormente, cabe mencionar que sí se han mantenido los regímenes forales en los territorios vascos y Navarra (diputaciones forales) manteniendo un régimen fiscal autónomo. Así mismo se mantienen, también, el derecho civil particular en diversas regiones de los antiguos estados de la corona de Aragón (relativo a la herencia y al matrimonio).



De todo ello deducimos que desde sus orígenes ni España primero, como unidad monárquica, ni el estado español después, unidad política, se haya configurado de alguna manera como un estado federal, es decir como una federación de diversos estados. Todo ello con la salvedad, recordemos, de los territorios forales vascos y Navarra, en relación a la hacienda pública, y del mantenimiento dell derecho privado particular en Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares, ambas cuestiones más propias de estados federales.

Situación actual:

Con la constitución de 1978, que permitirá la autonomía de las regiones, con una generalización del régimen autonómico en todo el territorio y acabando en el "café para todos" sin que todas las comunidades autónomas partieran de una realidad ni igual, ni análoga, ni homogénea, lo que llevará tres décadas más tarde al colapso de dicho régimen entre fuerzas centrípetas a base de reinterpretaciones a la carta del espíritu y la letra constitucional y fuerzas centrífugas al no sentir-se identificados con los postulados neocentralistas.



Miquel Nicolau Preto Fernández

20 de diciembre de 2014

SOLSTICIO DE INVIERNO

Hace muchos miles de años, cuando la humanidad vivía de lo que la naturaleza le ofrecía y se refugiaba en cuevas a pasar la noche, durante su ocio se fue dando cuenta que las estaciones se sucedían y repetían año tras año acompasadas con los movimientos de los astros, que año tras año iban repitiendo su danza ritual.  El astro rey, el sol, “señor de señores y rey de reyes” fluctuaba cada año en su ascenso y descenso. En su punto álgido bendecía al hombre y a todos los seres vivos con los frutos de la naturaleza, y en su descenso a los infiernos la naturaleza se adormecía hasta morir. El carácter observador, e imitador del ser humano como buen descendiente de los simios, pronto supo avanzarse a los ritmos del cosmos y la naturaleza.

Así todo lo que sucedía allí arriba con los astros tenía su equivalencia abajo en la Tierra. En esa época de los albores de la humanidad, el ser humano se sentía uno más entre los seres animados o inanimados que poblaban la tierra o los astros suspendidos en el cielo, su temor al creador le mantenía, todavía, en su estado de natural inocencia. Pero su curiosidad le hizo comer la manzana del árbol de la ciencia, del bien y del mal.  Su continua observación de los ritmos del cosmos le permitió prever, anticiparse a lo bueno y a lo malo. Y se dio cuenta que su conocimiento lo elevaba sobre el resto de las criaturas de la tierra.

Esa observación del cosmos y los astros, las estaciones y los años, conjugada con su imaginación le llevó a narrar la danza cósmica y los ritmos naturales en una epopeya en la que participaban astros, plantas, bestias y hombres, cada uno con su ánima. Así empezó el hombre a narrar aquello que observaba y nacieron los mitos al personificar los astros y sus vaivenes en dioses a imagen y semejanza de los hombres y mujeres.  Y el sol, el astro rey, fue “señor de señores y rey de reyes”, padre que alimenta, dador de luz y vida.

El sol, el señor, acompañado de las doce constelaciones, que rigen cada uno de los 12 meses del año, al llegar a su punto más bajo, en su declive tras recorrer cada una de las constelaciones moría simbólicamente para renacer tras permanecer tres días ocultándose en el mismo punto del horizonte. El solsticio de invierno tiene lugar en ese momento. El sol renace para ir creciendo hasta su punto más álgido a finales de junio, en el solsticio de verano. Así se empezó a narrar la historia de un dios, un rey, un mesías, esperado cada año y anunciado por los siglos de los siglos. Como todo nacimiento se festejó, y se festeja, con alegría y abundancia. Así pues, tratándose de dios y del mismo hijo de dios, nacido sin pecado, se fue fraguando mito para unos, historia sagrada para otros, humanizando los personajes del gran drama cósmico que se desarrolla constantemente.

Miquel Nicolau Preto Fernández

26 de octubre de 2014

¿ Existe España ?

No és una pregunta retórica. Pues no, no existe España. El constructo de la monarquía hispánica tras la reconquista de la península ibérica (la Hispania romana) no ha conseguido configurar una nación, más bien un estado coaccionador a todo aquello (instituciones, lenguas, idiosincrasia, usos y costumbres) que no fuera castellano.

La confusión del todo por una de las partes, y la negación constante durante siglos de la realidad, ha dado lugar a que todo lo que no fuera castellano no se sintiera español. Así el nacionalismo catalán o vasco, por poner dos ejemplos, que han derivado a un claro independentismo no son más que el resultado del fracaso español de confundir la parte por el todo. No se puede obligar a catalanes, valencianos, baleares, incluso aragoneses, vascos y navarros o incluso gallegos a sentirse castellanos.

La monarquía hispánica, posterior al dominio musulmán de la península ibérica, siguió sintiéndose heredera de la monarquía visigótica (hasta el siglo XVIII con la entrada de la casa de Borbón) los reyes españoles seguían ostentando el título de "Rey de los Godos".

Así en un primer periodo (con los Haugsburgo) con su política de explotación de las Indias Occidentales y las guerras de religión y poder en la Europa germánica e itálica, se dio de lado y ocasionó la decadencia económica de los reinos de la Corona de Aragón. Y por otro lado, tras la guerra de sucesión y la entrada de los Borbones que supuso la imposición, por las armas, de las leyes de Castilla a los estados de la antigua Corona de Aragón (Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares) con estructuras, estos últimos, mucho más avanzadas, plurales y pactistas, con cortes periódicas y diputaciones permanentes.

Tampoco debemos olvidar el efecto uniformador del estado jacobino español durante el siglo XIX y la creación, tras la sangrienta guerra civil, de la "Nueva España" durante la dictadura franquista con sus políticas de adoctrinamiento del "nacional-catolicismo" cuyas consecuencias son todavía palpables en la sociedad española, y es sin duda la causa de la corrupción generalizada de la clase política española.

Desilusionense, España no existe, existe el estado español cuya espina dorsal es la constitución histórica de Castilla, heredera de la monarquía visigótica, origen y causa de la ruina material y moral de este país de países.

Miquel Nicolau Preto Fernández